La cuna del cocido maragato
La pequeña y hermosa localidad leonesa de Castrillo de los Polvazares es la cuna en la que nace y se extiende el almuerzo más antiguo de nuestra gastronomía: El COCIDO MARAGATO. En la cocina de una tienda de ultramarinos inicia sus pasos el cambio de protocolo para degustar este largo menú. Aquí se altera por primera vez el orden que durante siglos había regido el servicio de una olla singular que, salvo obligadas circunstancias, se iniciaba por el caldo. Por razones de tan poco peso como las prisas y el hambre, a mediados del pasado siglo la cantinera desordena la costumbre de los salones y coloca una bandeja con las carnes para iniciar el almuerzo. Fue la primera vez. Y debió agradar a los comensales de tal modo que volvieron a repetir el modelo la siguiente vez. Y las siguientes, hasta hacer de ello la manera habitual enfrentarse a éste menú. El hábito que hace al monje, en este caso ha terminado -pasados muchos años- vistiendo centenares de mesas con el desorden bien entendido que supone enfrentarse a este almuerzo que coloca primero las carnes y termina en el caldo de una sopa.